Doctora comparte su caso conviviendo con el Síndrome de Fatiga Cronica

Una de mis lectoras, mujer, Medico, de poco mas de 40 años de edad que padece del Sindrome de Fatiga Cronica /Encefalomielitis Mialgica ,  comparte su caso y su punto de vista.
Cada vez que algunos de ustedes comparte algo de sus historias veo que existen muchos patrones y similitudes entre nosotros los que padecemos de esta condicion, cada vez mas me convenzo , en mi muy modesta opinión como afectada del SFC que de alguna manera nacimos con esta predisposición y que por alguna circunstancia se dispara.

Yo empecé con síntomas marcados a los 26 años, hasta ese entonces habia sido “saludable”, pero, mirando hacia atrás veo en mi niñez , en mi adolescencia y hasta un poco mas tarde que existieron sintomas no que no se les dio importancia, mas sin embargo hoy día pienso que tienen relacion con esta condicion.

Sobre esto te hablare luego , pues el motivo de esta publicación es compartir el caso de Claudine que nos cuenta:

 

Hola Maria Lourdes, Espero que hayas pasado una Feliz Navidad y que este año te traiga muchas bendiciones y alegrías.

Hace tiempo quería escribirte sobre mi historia, pero hoy llegó ese día.

Mi problema de salud empezó a los 6 meses de tener a mi hijo, quién ahora es un adolescente.

En esos momentos perdí 14 kilos en 2 meses y todos los exámenes realizados siempre daban en el límite normal, lo que yo sentía era que cuando comía azúcar, mi cuerpo no la toleraba, presentaba un dolor de cabeza muy fuerte, náuseas, pocas veces vómitos, y muchas veces diarrea, lo que yo decía era que mi organismo no la toleraba y que si no la expulsaba por arriba, lo hacía por debajo, por lo que me he controlado excesivamente en el consumo de azúcar, incluso en el consumo de frutas o de edulcorantes artificiales.

Ha sido un largo proceso de todos esos años, que terminaron en junio de 2009 con una depresión profunda, con sus recaídas y cambios de medicamentos, pero hace un año se cambió el tratamiento.

Pero realmente hubo un cambio muy drástico al usar este anticonvulsivante y solo al llegar a la dosis de 300 mg, se presentaron los mejores resultados, con mayor actividad, menor angustia de sentirme enferma y perdiendo mis capacidades poco a poco. 

Pero también mejoró un aspecto físico, donde mis menstruaciones habían venido acortándose de 28 días, a26, a24 y por último a 21 días, y con el tratamiento al llegar a los 300 mg pasó a ser de 25 días. 

Aunque no sea un dato muy relevante, para mí si tiene sentido, porque el ciclo hormonal es un estrés en las mujeres, donde hay pérdida de sangre y líquidos, ovulación, la subida de hormonas que hacen que el cuerpo se prepare para un embarazo o una pérdida de sangre, entonces retiene líquido y eso creo que explica el porqué hay el famoso malestar premestrual y se convierte en un factor desgastante para el organismo, algunos dirían que estresante y que es sicológico.

No te puedo decir que he recuperado un 100%, persisten los malestares de fatiga y de dolor muscular, pero son más tolerables y manejables y me permiten tener una mayor actividad en ciertos momentos, aunque si me excedo, mi cuerpo llega a un momento en que necesito uno o varios días para recuperarme.

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Algo que he notado es una pérdida en la contracción muscular, no solo que nos vamos volviendo más flojas, por así decirlo, sino que hay órganos que no realizan sus contracciones normalmente, por ejemplo: el iris de los ojos permanece dilatado en los momentos de crisis, hay presencia de reflujo gastroesofágico por relajación de este esfínter, hay una necesidad de ir a orinar más que muchas personas y creo que no es porque haya mayor diuresis, sino porque el esfínter urinario no es capaz de retener mucha orina.

En mi caso, ahora se ha detectado una insuficiencia valvular mitral y tricuspídea leve, o sea, que las dos válvulas principales del corazón no están funcionando bien para bombear la sangre necesaria y además una hipertensión pulmonar leve también, pero creo que es debido a la falla de las válvulas, como un efecto secundario.

Y si veo mi historia hacia atrás, no me dá pena decir que tuve incontinencia urinaria hasta la adolescencia, siempre he sido una dormilona pero aún así pude realizar mis estudios y ser una profesional trabajadora.

Aún así, el proceso de mi enfermedad ha ido progresando lentamente como te comentaba.

Algo que me ha ayudado a mi malestar, ha sido tomar un antiinflamatorio en las mañanas y Neurobión 2 tabletas en la mañana, que es vitamina B1, B6 y B12, en presentación de tabletas en blister metálico, ya que alguna vez las conseguí en blister de plástico y su efecto disminuye.

Soy muy gallina para usar las inyecciones, y cuando las he usado solo me mejoran por 6 días.

Quisiera que mi historia le sirva al equipo de investigación, para pensar desde otro ángulo las posibles causas de esta enfermedad, que en mi opinión no tienen relación con un solo hecho infeccioso, sino que es un proceso congénito que va evolucionando con el tiempo y las exposiciones a las que cada persona se somete

El aspecto de disminución de la inmunidad, puede estar relacionado con todo este proceso, que en resumidas cuentas, considero que es una falla funcional entre el calcio, el sodio y la glucosa para generar energía.

Mil gracias por tu tiempo y te deseo lo mejor en este año.

 

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