Día de la Madre con o sin Síndrome de fatiga Cronica

Es tradición en muchos países celebrar el segundo domingo de mayo el día de la Madre.

Las mujeres enfermas con Síndrome de Fatiga Cronica en edad fértil nos hemos encontrado en la encrucijada de decidir ser madres o no.

Ser madres implica pasar por 9 meses de embarazo con los síntomas e incomodidades correspondientes, además de los que ya padecemos por ser enfermas del SFC.

Seguramente  también te haz preguntado: ¿Y si esta enfermedad fuese hereditaria, que posibilidades tendría mi hijo de padecerla?

Yo nunca desearía que un hijo mío padeciera del SFC!!!

Sobre estas interrogantes he investigado bastante  y te hablare de lo que he encontrado en los próximos artículos……

Por los momentos centrémonos a considerar que es un día especial para en algún modo retribuir algo a nuestras madres que en toda circunstancia siempre estaremos en deuda por habernos llevado en su vientre , darnos la vida, cuidarnos cuando éramos bebe y a veces también cuando ya somos adultos…

Ser Madre es una profesión:

Quiero comparir contigo algo que llegó a mi email….

UNA HISTORIA QUE ME FUE CONTADA:

“Fui a renovar mi licencia de conducir y el empleado encargado de tomar mis datos, luego de mis “generales de ley”, me preguntó por mi ocupación. Me quedé un tanto desconcertada. No tenía ningún título oficial y menos un contrato de trabajo. Pasaron casi quince segundos y yo sin responder; el encargado me miró inquisidoramente y me dijo haciendo movimientos de manos como para que despabile:

●              ¿“A lo que me refiero es a si trabaja usted o es una…?”

●              ¡Claro que tengo un trabajo!.. Le contesté, ¡Soy una mamá! 

 

A lo que el sujeto respondió:

     – “No ponemos mamá como opción… vamos a ponerle ama de casa”

 Había olvidado por completo este incidente hasta que algunos años más tarde me tocó  una situación similar, pero esta vez era en una oficina estatal.

La mujer que me atendió era, obviamente, una mujer de carrera, de mucha postura y al parecer muy eficiente.

Frente a ella un cartel, en material plástico, con su nombre y un título muy ostentoso que decía: “EXAMINADORA OFICIAL”.

Nuevamente la pregunta de la anterior ocasión:

●              “¿Cuál es su ocupación?”

En mi cerebro se produjo algo parecido al efecto de descorchar una botella de Champagne. No sé qué me hizo contestarle tan rápido como la salida del corcho de esa botella:

●              “Soy Investigadora Asociada en el campo del Desarrollo Infantil y Relaciones Humanas

 

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La mujer quedó como boquiabierta , el bolígrafo suspendido en el aire y sus ojos casi se le salian….

Segundos después, saliendo de su asombro y algo más compuesta, me miró como si no hubiese escuchado bien.

Le repetí mi “titulo” pausadamente, poniendo énfasis en las palabras más importantes.

Ahora, para mi asombro, observaba cómo mi pomposo titulo era impreso en tinta en el cuestionario oficial.

Una vez completado el acto la funcionaria, con aire de gran interés, me dijo:

●              “¿Me permite preguntarle qué es exactamente lo que hace usted en este campo de investigación…?

Con voz muy calmada y con tono modulado y seguro me escuché contestarle:

●              “Tengo un programa continuo de investigación (¿Qué madre no lo tiene?) tanto en laboratorio como en el campo (normalmente me hubiera referido a ambos como tanto adentro como afuera)… Estoy trabajando para mi maestría (familia completa) y ya tengo cuatro Créditos (todos mis hijos). Por supuesto que el trabajo es uno de los que mayor demanda tiene en el campo de Humanidades (¿Alguna madre está en desacuerdo?) y usualmente trabajo corrido 14 horas diarias (en realidad son casi las 24, minutos más, minutos menos) Pero es labor tiene muchos más retos que cualquier trabajo sencillo y las remuneraciones, más que de orden monetarias, están ligadas al área de la satisfacción personal

 

Casi se podía tocar la creciente nota de respeto en la voz de la funcionaria mientras completaba el documento.

Terminado el proceso, se levantó de la silla dándome la mano llena de orgullo femenino y personalmente me acompañó a la puerta del despacho.

Al llegar a casa, emocionada por mi nueva “carrera profesional”, salieron a recibirme mis tres asociados al Laboratorio: Ximena (13), Adrián (7) y Melisa (3). En la pieza de arriba pude escuchar a nuestro Nuevo Modelo Experimental del “Programa de Desarrollo infantil”, Arturo (6 meses) ensayando un novedoso y personal  método de vocalización.   

¡Qué día!… Una sensación inenarrable de triunfo me invadía… ¡Le había ganado a la burocracia! Y  lo que es mejor aún, había sido inscrita en los Registros Oficiales como una persona más distinguida, importante e indispensable para la humanidad que con el injusto título con que a todas las madres suelen inscribirnos: Ocupación = Su casa.

La Maternidad, es decir ser MADRE, es la Profesión más gloriosa y debe ser considerada como la primera que realmente tuvo la primera mujer.

Sería bueno que junto con el Certificado de Nacimiento del primer hijo, todos los Estados del mundo, expidieran a la progenitora un Título a Nombre de la Nación premiando y consolidando su condición de MADRE.”

En esta ocasión te he preparado un video para reflexionar….

Recuerda que el tiempo pasa y no se recupera!!!

 

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