En la publicación Controversias sobre el Retrovirus que publiqué hace varios meses te comenté:
Esta es una deducción mía muy personal, recalco, ES SOLO MI MODESTA OPINIÓN COMO AFECTADA DEL Síndrome de Fatiga de Crónica
Ya la teoría del retrovirus ha sido prácticamente descartada según lo que ya te he comentado en la publicación de hace pocos días : «Debut y despedida del Retrovirus »
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Estudios publicados en la revista ‘PLoS One’ afirman que recientemente los Investigadores Noruegos, del Hospital Universitario de Haukeland en Bergen dicen han descubierto tal vez se trate de una falla en el sistema inmunológico que causa que éste “agreda” al propio organismo.
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Los autores de este estudio nos cuentan que han encontrado que un fármaco que actualmente se utiliza para el cáncer., específicamente para el linfoma Hodgkin logra inhibir la función del sistema inmune y aliviar los síntomas del SFC.
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¿Será verdad?
Yo tomaría esta noticia con pinzas, pues en los últimos 2 años he estado siguiendo la investigación sobre el famoso retrovirus , que recientemente le han dado de baja.
26 años conviviendo con esta enfermedad y recién en el ultimo par de años he visto moverse un poco la investigación…..
De ser cierto sería «una noticia muy prometedora».
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Nos cuentan que la primera clave de este hallazgo data del 2004, cuando estaban tratando a una paciente que sufría linfoma de Hodgkin, y síndrome de fatiga crónica.
Cuando la mujer recibió un tratamiento para el linfoma de Hodking, llamado rituximab, los síntomas de su fatiga crónica mejoraron durante cinco meses.
El medicamento tiene como fin eliminar el exceso de linfocitos B para que el sistema inmune funcione con normalidad.
Esto les llevó a un nuevo estudio basado en el seguimiento de este hallazgo previo, e involucró a 30 pacientes que padecían la fatiga crónica también conocida como encefalomielitis miálgica.
La mitad recibió dos dosis de rituximab, dirigido a eliminar un tipo de glóbulo blanco, y la otra mitad recibió un tratamiento placebo.
Los investigadores informan que entre los pacientes que recibieron el fármaco, un 67 por ciento informó de una mejora en sus niveles de fatiga.
En el grupo placebo, en cambio, sólo un 13 por ciento mostró algún tipo de mejora.
El doctor Oystein Fluge, oncólogo, quien dirigió el estudio cuenta: «Hubo una respuesta variada: un alivio nulo, moderado o drástico de todos los síntomas», explica a la BBC,.
Además, añade, «dos no tuvieron recurrencia de sus síntomas, por lo que su vida cambió completamente de forma muy drástica».
La teoría del Dr. Fluge es que un tipo de glóbulo blanco, los linfocitos B, producen un anticuerpo que ataca al organismo.
De este modo, cuando el fármaco «limpia» los linfocitos, en algunos casos puede «reiniciar» el sistema inmune.
Sin embargo, en ciertos pacientes regresan los síntomas de fatiga cuando se producen más linfocitos B.
«El hecho de que algunos pacientes respondan al tratamiento con una mejora en la función cognitiva, la fatiga y el dolor nos hace pensar que estamos tocando uno de los mecanismos centrales», reconoce este experto, en declaraciones recogidas por Europa Press.
Los científicos están ahora investigando el efecto de suministrar más dosis durante un período más largo de tiempo.
Si sus presentimientos son correctos deberán responder a más interrogantes, por ejemplo, qué es lo que en realidad está atacando el sistema inmune y si es posible o no desarrollar un análisis para la fatiga crónica.
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Mi punto de vista:
¿Hay problemas con el sistema inmunológico?
Estoy segura que si!
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En mi caso en particular y a raíz de varias conversaciones telefónicas que he tenido con lector@s afectados de nuestra condición hay muchos patrones que apuntan a ello.
Próximamente te estaré comentando más de estos “perfiles” que en cierta forma me hacen pensar que de algún modo tenga que ver con un factor genético predisponerte.
Por cierto, en la publicación sobre el hipotiroidismo ya te he mencionado que en mi caso es auto inmune, ( hipotiroidismo de Hashimoto) , en palabras simples, mi organismo atacó a mi glándula tiroides y la ha destruido, convirtiéndola en prácticamente algo similar a una cicatriz.
Esperemos que esta investigación empiece
a despejar el enigma del SFC