El Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa ha identificado ocho proteínas cuya presencia en la sangre de los afectados puede interpretarse como un biomarcador de que tienen la enfermedad. El trabajo se ha publicado en Journal of Translational Medicine. El síndrome de fatiga crónica (SFC) es una enfermedad complicada. Hasta ahora, no había una técnica o prueba que permita identificarla.
Investigadores del Instituto de Investigacion del Sida IrsiCaixa han identificado por primera vez ocho moléculas que podrían servir para mejorar el diagnóstico del Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), en el marco de un estudio impulsado por la Obra Social La Caixa, el Institut d’Investigació en Ciències de la Salut Germans Trias i Pujol y la Conselleria de Salud de la Generalitat.
El estudio, que se acaba de publicar en la revista científica «Journal of Translational Medicine», ha permitido demostrar alteraciones en este grupo de moléculas en personas con SFC, que parecen estar asociadas a un peor funcionamiento del sistema inmunitario, ha informado este martes IrsiCaixa a través de un comunicado.
El SFC es una enfermedad que afecta a los sistemas inmunitario, neurológico, cardiovascular y endocrino de las personas que lo sufren, lo que provoca un cansancio constante que no puede atribuirse a un esfuerzo reciente y que no mejora con el descanso.
Esta condicion de salud (SFC) es una enfermedad complicada. Hasta ahora, no había una técnica o prueba que permita identificarla. Todo se basa en las apreciaciones de los afectados.
La web Medline, de los Institutos de Salud de EE UU, la define como “un cansancio intenso y continuo que no se alivia con el descanso y no es causado directamente por otras enfermedades”.
Esta falta de manifestaciones biológicas y medibles hace que sea un problema para los afectados a la hora de pedir bajas o discapacidades, por ejemplo. “Actualmente, se desconoce el origen de esta enfermedad, que ocasiona una pérdida sustancial de concentración, intolerancia a la luz, al estrés emocional y a la actividad física. También puede comportar dolor muscular y en las articulaciones, sensibilidades químicas múltiples y una sensación de estado gripal permanente”, indica el IrsiCaixa (organismo financiado por la Fundación La Caixa, la Generalitat catalana y el hospital Germans Trias i Pujol) en una nota.
Estudio pone en duda una asociación entre virus y fatiga crónica
El descubrimiento supone un importante avance para los pacientes, puesto que el actual diagnóstico se basa principalmente en la evaluación de sus síntomas y en el descarte de otras condiciones que pueden causar fatiga crónica aunque los investigadores han remarcado la necesidad de confirmar los resultados mediante estudios más amplios.
Los resultados podrán facilitar el conocimiento de esta enfermedad, que en España afecta a una de cada 1.000 personas y cuyo origen es desconocido.
ENFERMEDAD MAL DEFINIDA
El coordinador del trabajo, Julià Blanco, ha explicado que las alteraciones de estas moléculas podría contribuir a mejorar la fiabilidad y rapidez del diagnóstico de esta enfermedad «compleja y, hasta ahora, mal definida».
La investigación también ha contado con la participación del grupo de investigación en Fatiga Crónica del Vall d’Hebron Institut de Recerca y de la Clínica SFC de Tarragona, así como de distintas asociaciones de afectados.