En un artículo anterior os hablé de una terapia alternativa, la meditación, la fitoterapia y la homeopatia para reducir los síntomas del SFC.
Para quien no lo haya leído, el artículo hablaba de la meditación como técnica para controlar el dolor crónico, algo muy beneficioso para quienes padecemos SFC. Hoy quiero compartir otra terapia alternativa, la acupuntura.
¿Qué es la acupuntura?
La acupuntura esa una técnica de la medicina tradicional china que consiste en insertar finísimas agujas en el cuerpo.
Esta inserción permite curar afecciones de la persona que recibe este tratamiento. La concepción oriental implica que todos los órganos están relacionados entre sí: es decir, que no funcionan aislados y que un problema implica una “reacción en cadena” que se debe solucionar globalmente.
La acupuntura (del lat. «acus» = aguja , y «pungere»= punción , es una técnica de medicina ancestral china que trata de la introducción y la manipulación de agujas en el cuerpo con la finalidad de devolver la salud y el bienestar en el enfermo.
Las agujas son insertadas y rotadas para tonificar o dispersar.
Los acupuntores utilizan ampliamente esta técnica para el tratamiento del dolor.
La OMS ha publicado guías para alentar los estudios clínicos de esta disciplina médica como un camino para admitir la acupuntura, mejorando su aceptación por la medicina moderna, y así extendiendo su uso como una simple, barata, y efectiva opción terapéutica. En esta línea la propia OMS divulga resultados de ensayos clínicos desde hace varios años.
¿En qué me beneficia la acupuntura si tengo SFC?
La acupuntura puede reducir la fatiga, el dolor y la ansiedad, así como otros signos asociados al SFC.
Esta técnica oriental tiene la capacidad de inmunizarnos frente a la sintomatología mencionada.
De hecho, son numerosos los estudios que avalan la efectividad de la acupuntura. No en vano, gracias a la acupuntura se activan distintas zonas cerebrales, liberándose endorfinas, serotonina y dopamina (entre otras), sustancias imprescindibles para que el sistema nervioso funcione como debe. Además, estas sustancias son analgésicos naturales.
Según menciona el doctor Beltrán Carrillo, médico especialista en Geriatría y Acupuntura, esta técnica activa dos de las zonas nerviosas que más nos interesan en relación al dolor, la amígdala y el hipotálamo. “Los pacientes con dolor crónico tienen una alta actividad en la amígdala; con la acupuntura, ésta disminuye, aminorando el dolor”, dice Carrillo.
Esta técnica de la medicina oriental también activa el hipotálamo, el encargado de regular el sueño, el apetito y la temperatura corporal, entre otras cosas.
Los beneficios de la acupuntura no se limitan a las sesiones de la misma o al período inmediatamente posterior, sino que perduran en el organismo durante un largo tiempo.
No tiene efectos secundarios y no te asustes… no le tengas miedo a las agujas, no duele nada.
Además, que le vas a temer a una pequeñísima aguja, si estamos acostumbradas al dolor diariamente???
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Muy importante si decides probar esta técnica, asegúrate que donde te la apliquen, que te entreguen tus agujas.
Lo habitual es que el paciente compra sus agujas y se las lleva consigo. Las trae a la terapia para su uso personal
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