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El descubrimiento podría llevar a un diagnóstico más rápido para algunos casos de Sindrome de Fatiga Cronica (Encefalomielitis Miálgica), según la publicación de la revista PLoS ONE en la edición 14 de noviembre del 2012.

COLUMBUS, Ohio – Estudios revelan que los investigadores proponen  un posible método de diagnóstico para identificar al menos un subgrupo de pacientes con  SFC, una enfermedad muy compleja, difícil de diagnosticar y sin causa conocida ni cura definitiva, a la que aun hoy di, para muchos es totalmente desconocida, incluyendo el mismo gremio medico.

En un estudio piloto de seis pacientes, los científicos detectaron anticuerpos específicos relacionados con la reactivación del virus latente de Epstein-Barr en muestras de sangre de personas que habían sufrido clásicos síntomas del SFC y respondieron al tratamiento antiviral.

Las muestras de sangre de control de 20 personas sanas no mostraron tales anticuerpos.

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Sobre la posible vinculación a una causa viral se ha investigado ya en varias ocasiones.

De hecho, uno de los factores que se tomo en cuenta para el diagnostico de «mi condición» ,  en el año 1992, después de mas de 8 años de peregrinaje en busca de una respuesta a la amplia gama de síntomas sin explicación aparente, fue la presencia del Epstein-Barr , ademas del citomegalovirus.

Pero hay que tener en cuenta también que no todos los que tienen presente el Epstein-Barr padecen de esta condición.

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El equipo de investigación, liderado por científicos de la Ohio State University y la Universidad de Oakland William Beaumont Escuela de Medicina, reconoce que el número de pacientes estudiados es pequeño.

Pero los investigadores dicen que el poder del estudio se basa en el acceso a 16 meses de las muestras de sangre de cada paciente – una colección que permite una visión longitudinal sin precedentes en el SFC.

Los investigadores planean seguir adelante con el desarrollo de una prueba de laboratorio clínico que puede detectar estos anticuerpos en muestras de sangre.

El virus de Epstein-Barr es un virus del herpes humano que causa mononucleosis infecciosa y varios tipos diferentes de tumores.

Se estima que el 95 por ciento de los estadounidenses han sido infectados con el virus de la edad adulta, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), pero menos de la mitad han sufrido una enfermedad activa.

Una vez que una persona está infectada, el virus permanece inactivo en el cuerpo, y puede reactivarse sin causar síntomas de enfermedad.

En estos seis pacientes, el estudio sugiere que  el virus latente del Epstein-Barr virus había comenzado a reactivarse, pero que nunca el virus recién despertado alcanzado todo su potencial para hacerse cargo de sus células huésped.

Que la reactivación parcial avanzado lo suficiente como para generar al menos dos proteínas virales, la ADN polimerasa y dUTPasa, y estos pacientes producen anticuerpos diseñados específicamente para identificar y neutralizar aquellas proteínas durante más de un año.

Los científicos teorizan que, incluso en ausencia de una infección activa completa, la capacidad de estas proteínas virales para inducir señales inflamatorias químicos provoca el caos del sistema inmune suficiente para llevar al organismo a crear una condición que puede ser el SFC.

El síntoma principal del trastorno es la fatiga profunda durante por lo menos seis meses que no mejora con el descanso, y se acompaña de problemas que pueden incluir debilidad, dolor muscular, problemas de memoria y depresión, entre otros.

Debido a que la enfermedad imita muchos otros trastornos, el diagnóstico es difícil.

Se estima que 1 millón de estadounidenses padecen del SFC, pero los expertos creen que sólo el 20 por ciento está diagnosticado.

Los Investigadores principales del estudio coinciden en que el trabajo debe ser repetido en más pacientes «para confirmar que estas observaciones son reales«, dijo el virólogo Ron Glaser, director del Instituto de Investigación de Medicina del Comportamiento de la Ohio State y coautor del estudio. «Pero finalmente, después de más de 20 años, esto es al menos algo para seguir adelante.»

Los Principales colaboradores Glaser en este trabajo son Marshall Williams, profesor de virología molecular, inmunología y genética médica en Ohio State, y Martin A. Lerner, profesor de medicina interna en la Universidad de Oakland William Beaumont School of Medicine.

En el Estado de Ohio y la práctica privada de Lerner, CFS LLC, han solicitado una patente para el método de diagnóstico.

Glaser y Williams publicó por primera vez un artículo en 1988 que sugiere que estas dos proteínas virales asociadas al virus de Epstein-Barr parcialmente reactivado, podría funcionar como biomarcadores para ciertas enfermedades, incluyendo el SFC.

Mientras tanto, Lerner se enfermó gravemente en 1986 y luchó durante 10 años con los síntomas del SFC antes del tratamiento con antivirales mejorado dramáticamente su salud.

Lerner, especialista en enfermedades infecciosas, dirige su práctica privada en Michigan, y ha evaluado y dado  seguimiento a largo plazo de las características  y síntomas de los pacientes, asi como la respuesta a los tratamientos aplicados.

El hecho de que los pacientes con SFC experimentan síntomas diferentes y múltiples tipos de infecciones virales y bacterianas ha llevado a los investigadores a creer SFC potencialmente pudiera tener numerosas causas.

Esta falta de uniformidad también complica el proceso de diagnóstico y el desarrollo de tratamientos.

Glaser, quien han estudiado el virus de Epstein-Barr (EBV) durante décadas informa:

«Parte del problema para tratar de identificar a un agente o biomarcadores para el SFC/EM, es la extrema variabilidad entre los afectados por esta condición  Buscar la respuesta a este enigma, ha ocupado muchos años»,

Lerner había separado hace mucho tiempo 142 de sus pacientes en dos grupos:

1- Los pacientes que han dado positivo a diversos anticuerpos de los tres tipos de virus del herpes y respondieron favorablemente uno de los dos tipos de antivirales

2- Un segundo grupo más pequeño que tenían infecciones virales y una variedad de co-infecciones que mostraron una respuesta mínima a la terapia antiviral.

Como parte de este seguimiento, se recogieron varias muestras de suero sanguíneo durante más de un año de cada paciente.

De esos pacientes, se seleccionaron muestras de sangre de seis para este estudio.

Cinco de las muestras eran del grupo positivo al  virus de Epstein-Barr, y el sexto tenía Epstein-Barr y un co-infección bacteriana.

Por comparación, los investigadores recolectaron muestras de 20 personas sanas emparejadas a los seis pacientes con SFC para la edad y el sexo.

Lerner también se había planteado la hipótesis independientemente de que los pacientes con SFC puede estar experimentando una reactivación del virus parcial. Los pacientes pueden probar negativo para los anticuerpos más activas necesarias para combatir un virus, pero aún podría recuperarse de CFS a largo plazo después de un tratamiento antiviral. Un antiviral que usa es conocida para inhibir la ADN polimerasa, que detendría Epstein-Barr reactivación del virus en sus pistas.

Con el ‘pacientes con SFC y muestras de sangre de control en la mano, Williams utiliza un método de laboratorio altamente sensible para detectar si contenía anticuerpos frente a los dos objetivos de Epstein-Barr proteínas virales, la ADN polimerasa y dUTPasa, que se producen temprano en el proceso de reactivación viral .

En general, el 78,8 por ciento de las muestras de suero de los seis pacientes con SFC fueron positivos para anticuerpos frente ADN polimerasa y el 44,2 por ciento fueron positivas para anticuerpos contra dUTPase. No hay anticuerpos para estas dos proteínas se detectaron en las muestras de control 20.

«Cada uno de los seis tenían anticuerpos contra el ADN polimerasa o dUTPase EBV y los anticuerpos persisten más de unos 408 días», dijo Lerner. «Y los niveles de anticuerpos eran extraordinariamente alto». Los altos niveles de anticuerpos circulantes en la sangre a largo plazo sugieren la activación inmune contra dichas proteínas.

Williams observó que los niveles podría ser menos importante que los anticuerpos están presentes en el primer lugar.

«Si nos fijamos en los individuos más sanos, no tendría ninguna razón para tener un anticuerpo contra cualquiera de estas proteínas», dijo. «Los anticuerpos por sí solos son un buen elemento diferenciador».

Este trabajo ha sido parcialmente financiado por los Institutos Nacionales de Salud.

Otros co-autores incluyen a María Ariza, del Departamento de Virología Molecular, Inmunología y Genética Médica y Lemeshow Stanley, decano de la Facultad de Salud Pública, tanto en el estado de Ohio, Leonard Jason de DePaul University; Safedin Beqaj de Patología Inc., en Torrance , California, y James Fitzgerald, de la Escuela Universitaria de Michigan de Medicina.

Se espera que sigan investigando sobre el Sindrome de Fatiga Cronica!!

Imposible saber si este estudio conduce a alguna solución  pero el solo hecho que se investigue es prometedor !